Uncorazón que está en conflicto con Dios no podrá estar en paz con los demás. Entonces, si todo conflicto se origina cuando damos lugar al pecado en nuestra vida, la paz se origina cuando el Dios trino obra en nuestra vida. La paz con Dios en ocasiones trae relaciones pacíficas con los enemigos (Pr 16:7). Yse arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Ausenciade Dios. Digamos que te alejas definitivamente. hacia el pozo de olvido que prefieres, pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de tu espacio, quedará para siempre en mí, doliente, persuadida, frustrada, silenciosa, quedará en mí tu corazón inerte y sustancial, tu corazón de una promesa única. elmaL La ausencia de Dios implica la presencia de un demiurgo aciago con el que el hombre se. identifica y descarga en él su mundo interior castigado por la ausencia del amado (7). Pero también implica el nacimiento de lo que Freud llama "la melancolía". Veamos. Es un hecho que todo abandono genera una dialéctica entre amor y odio.
Laoscuridad, dijo el Dr. Sproul, no consiste en la ausencia del conocimiento, sino en la ausencia de Dios. Es una oscuridad del corazón producida por un «manto que cubre el rostro de Dios». Usando el lenguaje del apóstol Pablo, es una oscuridad producida por los hombres que «aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron
Elhombre tiene que aprender a descubrir dentro de su corazón la mirada de Dios. Para este retorno es necesario crear una serie de condiciones. La primera de todas es ese aprender a ensanchar el espacio de nuestro espíritu para que pueda obrar en nuestro corazón el Espíritu Santo. Ensanchar nuestro espíritu a veces nos puede dar miedo. Laenfermedad más verdadera y profunda del hombre es la ausencia de Dios 2 febrero, 2018 Por el P. Luis Casasús, Superior General de los Misioneros Identes 5eWWCSM.
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